La señal de la cruz gesto ritual, utilizado por diversos propósitos:
  • como inicio y cierre de sus oraciones y actos religiosos,
  • como una fórmula de invocación de la divinidad,
  •  como saludo a imágenes y lugares considerados santos,
  • como señal de bendición sobre personas o cosas,
  • y para conjurar de la hipotética presencia del mal en una situación, idea o lugar.

Persignarse sería una costumbre cristiana que se remonta al siglo III o al menos el VI



El gesto de hacer la señal de la cruz consiste en dibujar una cruz imaginaria con la punta de dos o tres dedos de una mano. El acto es conocido como "persignar", si se hace sobre una persona, y "bendecir", si es sobre una cosa o en una dirección vaga.
Cuando la acción corresponde a un ritual o gesto espontaneo destinado a sanar la enfermedad o conjurar los problemas de un tercero se le llama "santiguar".
Puede hacerse en silencio o acompañado de una fórmula verbal de oración, cuyo texto se compone de versos demétrica dominada por el acento rítmico anapéstico 

Habitualmente el prosélito se persigna a sí mismo, tocando partes de su cuerpo que corresponderían a los extremos de la mencionada cruz imaginaria. Cuando esta operación se realiza en séries repetitivas, se entiende popularmente que la persona siente arrepentimiento de sus acciones pasadas o trata de invocar protección divina sobre sí.
El mismo gesto serial es, en las formas lúdicas o narrativas de comunicación, un signo convencional de problemas interiores, preocupación frente a sucesos inminentes o expresión de sentimiento de escándalo moral por las conductas ajenas.

Forma corta
Existen dos fórmulas con la que los prosélitos realizan la señal de la cruz, una abreviada y otra extendida. En la fórmula corta, los creyentes hacen una enumeración de los componentes de la Trinidad, que de acuerdo a sus dogmas constituiría un desglose de la Divinidad en tres diferentes "personas" o advocaciones:
En el nombre del Padre,y del Hijoy del Espíritu Santo.Amén".

Que en latín se dice:In nomine Patris,et Filii,et Spiritus Sancti.Amén.
El Amén, "así sea", cierra reafirmando el conjunto de las declaraciones precedentes.
En muchas ocasiones este contenido semántico, invocativo y taxonómico a la vez, no es el mensaje principal del gesto.

Los católicos, al persignarse, se van tocando las siguientes partes corporales:
  • En la sílaba "pa" de la palabra "Padre", la frente;
  • en la sílaba "hi" de la palabra "Hijo", el vientre;
  • en las sílabas "pi" y "san" de "Espíritu" y "Santo", ambos hombros.

Es decir, salvo por la sílaba "nom" del inicio, se realiza un tocamiento por cada acento prosódico de la oración.
Al pronunciarse "amén" se suele besar, en la mano activa, la unión del pulgar y la primera coyuntura del dedo índice, sin embargo debe ponerse la palma de la mano activa en el pecho.

Forma larga
En la versión extendida, usada por ejemplo en el rosario mexicano y la proclamación del Evangelio según San Juán, la fórmula verbal es:
Por la señal de la santa cruzde nuestros enemigoslíbranos, Señor, Dios nuestro.En el nombre del Padrey del Hijoy del Espíritu Santo.Amén.
Que en latín es:Per signum Sanctae Crucisde inimicis nostrislibera nos, Domine Deus noster.In nomine Patris,et Filii,et Spiritus Sancti.Amén.
Los prosélitos, al persignarse usando esta fórmula, dibujan imaginariamente tres cruces pequeñas, que corresponden a los primeros tres primeros versos:
  • La primera cruz sobre la frente (Por la señal de la Santa Cruz);
  • la segunda sobre la boca (de nuestros enemigos);
  • la tercera al centro del pecho (líbranos, Señor, Dios nuestro).

Los movimientos de la mano tratan de seguir el rítmo dactílico de los acentos de estos tres primeros versos.
Se entiende este acto como una manifestación de buenas intenciones, e invocación de la acción de la divinidad, con el fin de mantenerse libre de:
  • Malos pensamiento (simbólicamente, la frente);
  • malas palabras (la boca);
  • malos sentimientos (el corazón).

La fórmula larga concluye, al expresarse los últimos 3 versos y el "amén", con la misma manera y pasos descritos para la fórmula corta.
Normalmente la recitación se efectúa en dos tempos diferentes. Los primeros 3 versos en un ritmo rápido, los 3 últimos más lento.

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"Una pastoral en el mundo digital debe tener en cuenta también a quienes no creen, pero llevan en el corazón los deseos de absoluto y de verdades perennes... El profeta Isaías llegó a imaginar una casa de oración para todos los pueblos, quizá sea posible abrir en la red un espacio como el "Patio de los Gentiles" del Templo de Jerusalén también a aquéllos para quienes Dios sigue siendo desconocido"